«El precio del mañana»: entrevistas con el director y los protagonistas

Un mundo distópico puede definirse como la antítesis de la utopía, un relato utilizado como moraleja, como advertencia de lo que podría pasar si seguimos por el mismo camino.  En ese mundo trascurre el nuevo trabajo de Andrew Niccol, donde la moneda de cambio ya no es el dinero, la población deja de envejecer a los 25 años y lo único que importa es el tiempo que se tiene entre manos. Esta no es la primera vez que el director aborda este tema, ya que tiene un muy buen antecedente con esa gran película que fue Gattaca (1997), donde aquellas personas que no nacían con modificaciones genéticas estaban destinadas a ser marginadas por la sociedad. Aquí ocurre algo parecido pero con la gente de menos recursos, que tendrá una corta y pobre calidad de vida. Recientemente, Niccol, Justin Timberlake y Amanda Seyfried dieron una entrevista y contaron todo lo que tenemos que saber sobre la gran película de ciencia ficción que se viene. Bienvenidos al mundo de El precio del mañana.

Antes de empezar con la entrevista, acá van algunos datos que les convendría saber de antemano para entender mejor el mundo en que está ambientada la película:

•  Si bien supuestamente todos pueden vivir eternamente, existe la posibilidad de que mueran por medios normales: ataques al corazón, accidentes automovilísticos o asesinatos. Aunque hay una diferencia considerable en la expectativa de vida entre ricos y pobres.
• El concepto del ahorro de tiempo se ve en varios aspectos del film, especialmente en el diseño de vestuario donde la gente humilde usa Velcro en vez de cordones para los calzados.
• Antes de In Time, la película tuvo títulos como I’m.Mortal y Now.
• Niccol dice que a pesar de que no está explicitado que la historia trascurre en Los Ángeles, el hecho de que se haya filmado allí es importante, ya que es una ciudad con una población joven.
• El director de fotografía, Eric Newman, dice que la estética del film es “futurista-retro” y la compara con Brazil y Time Bandits, ambas del director Terry Gilliam.
• Cillian Murphy (Exterminio) interpreta a un policía futurista que forma parte de una fuerza llamada Time Keepers (guardianes del tiempo).
• La mayoría de los efectos visuales y las escenas de riesgo se lograron mediante modificaciones digitales, que también se usaron para alterar el tamaño de los sets y el contorno de la ciudad.
• El personaje de Seyfried no aparece hasta promediar la película y se convierte en ladrona de bancos para vengarse de su adinerado padre. Se dedica a robar tiempo que solo le pertenece a él pero luego se ve envuelta en una causa mayor, la cual describen como “una redistribución de la riqueza”.
• Olivia Wilde encarna a la madre de Timberlake, a pesar de ser tres años menor que el actor.

El precio del mañana será el cuarto film de Niccol y también tendrá entre sus filas a Cillian Murphy (Exterminio), Alex Pettyfer (Soy el número 4), Olivia Wilde (Tron: El legado), Johny Galecki (The Big Bang Theory); Matt Bomer (de la serie White Collar) y Vincent Kartheiser (Mad Men). Cuando le preguntaron al director como surgió el proyecto, este dijo lo siguiente: “al principio lo concebí como el hijo bastardo de Gattaca porque pensé que el descubrimiento máximo de la ingeniería genética, por supuesto, sería encontrar el gen del envejecimiento y suprimirlo. Pero las implicaciones que conlleva son tan enormes que pensé ‘es una película diferente’. Y así parece serlo”.

La película está ambientada en un futuro cercano, en un mundo donde teóricamente todos viven eternamente, al menos los que tienen mayores recursos para hacerlo. Los muy ricos viven una vida lujosa con cuerpos en su pico de plenitud en un estado inalterable. Mientras que los pobres sobreviven y se ganan la vida día a día sin saber si habrá un mañana. “Creo que es más fácil evitar que la historia trascurra en el presente para dar un mensaje, porque la gente piensa que no se trata de un tema actual. Pero por supuesto que es así”, dice Niccol.

En este lugar no existe el dinero, el débito, ni el crédito, solo el tiempo: comprar un café resta 4 minutos de vida y una cena bien podría quitarle varias horas. La muerte toma forma de un reloj digital implantado en el antebrazo de cada persona del planeta. “El reloj funciona con la propia electricidad del pulso y está en cada célula de tu cuerpo, así que no puede adulterarse. Es un dispositivo en sí mismo y es una condena para todos, ya que hay que reabastecerlo constantemente como si fuera el tanque de combustible de un auto”.

Will Salas (Timberlake) interpreta a un hombre de clase baja al que un misterioso le transfiere un siglo de vida momentos antes de suicidarse. Pero cuando las autoridades se enteran de lo sucedido, creen que su personaje es el culpable de robo y asesinato, declarándolo enemigo público número 1. Una vez convertido en fugitivo, Will secuestra al personaje de Amanda Seyfried, una mujer de la alta sociedad que conforme va descubriendo la corrupción en el supuesto sistema utópico pasa de ser víctima a cómplice de Will. “Mi personaje busca aventuras”, dice Seyfried. “Es joven, está sola y no tiene con quien compartir sus sentimientos, además, su padre es muy controlador. Básicamente quiere salir de allí, ve a ese hombre y de repente no tiene otra opción que irse con él porque la rapta. Al principio está asustada porque no imaginaba escapar así de la vida que llevaba, pero al mismo tiempo se siente una estimulada por lo peligroso de la situación”.

Con el correr de los minutos, el dúo se convierte en una mezcla de Bonnie y Clyde con Robin Hood al robarle a los bancos para darle tiempo de vida extra a los más necesitados. “La película vive en el momento, lo cual me parece apropiado ya que es una historia sobre como el tiempo se escurre constantemente entre los dedos”, dice Timberlake. ¿Y qué es ese reloj resplandeciendo en el antebrazo de Timberlake sino un reloj biológico? Este es un mundo donde si condenan a alguien por un crimen no va a la cárcel, sino que simplemente se descuenta el tiempo de su cuenta, donde si te despiden tu jefe podría matarte, literalmente. “Creo que es la demostración más literal de vivir en el aquí y ahora y me gusta poder contar esa historia”, dijo Niccol.

Como verán la película es de ciencia ficción pero, al igual que Gattaca, tiene un subtexto profundo que da para mucho análisis y reflexión. Por todo esto y más, el film promete ser uno de los mejores del año en su género y potencial no le falta. El precio del mañana llega a las salas argentinas el 1 de diciembre.